SIN LICITACION, NI CONCURSO; EMPRESA SE BENEFICIA MAS QUE LOS CLUBES
El presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Robert Harrison lo volvió a hacer. Sin licitación pública, ni concurso de ofertas, volvió a entregar directamente el mayor activo del balompié nacional a la empresa TIGO (TELEDEPORTES PARAGUAY S.A.) extendiéndole el contrato por los derechos de televisación del fútbol paraguayo por ocho años más, 4 años de vigencia normal más una cláusula de preferencia por otro periodo similar. Durante toda su administración Harrison se pasó defendiendo más los intereses de la compañía telefónica antes que conseguir logros deportivos para el fútbol paraguayo o mejorar la infraestructura a nivel país.
No hace falta ser muy experto para darse cuenta que, deportivamente, la gestión de Robert Harrison al frente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) ha sido un estrepitoso fracaso en los últimos siete años de presidencia. Los resultados están a la vista, la Albirroja absoluta fuera de los últimos tres mundiales y en camino a la cuarta, las inferiores también todas eliminadas y si participar de los eventos mundiales, son muestras claras de la calamitosa gestión de Harrison en lo deportivo.
Ante esta pésima dirigencia (quizás la peor de la historia de la APF), lo mínimo que se esperaba del presidente de la Asociación, era que al menos administrativa, económica y financieramente, maneje la APF con criterio, transparencia y honestidad buscando el bienestar de los clubes, que finalmente son los verdaderos dueños del fútbol paraguayo.
Sin embargo, hasta aquí ha demostrado que dentro de la agenda de Harrison tampoco figura el interés por mejorar el paupérrimo estado de los clubes para mejorar así el nivel del fútbol paraguayo.
Esto se deduce del manejo poco claro y absolutamente irregular que le da a los derechos de televisación del fútbol paraguayo, el activo más importante que tiene, no solo la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), sino más aún los clubes que dependen, la mayoría de ellos, exclusivamente de los ingresos provenientes de la TV.
ANTECEDENTES
Haciendo un poco de historia, éstos mismos activos fueron dilapidados ya en el 2010 durante la administración de Juan Ángel Napout y Alejandro Domínguez al frente de la APF, a través de un contrato totalmente leonino firmado precisamente con la misma empresa, Tigo.
Dicho contrato fue suscrito por 10 años, pagaderos en guaraníes y sin ningún tipo de reajuste lo que de por sí ya implicaba pérdidas para los clubes por la devaluación natural de la moneda nacional frente a la divisa, estimándose en unos 3,6 millones de dólares las pérdidas de los clubes en los primeros cinco años de contrato por la depreciación del guaraní.
El monto fijado entonces en guaraníes era de 19.000 millones al principio y luego pasó 27.000 millones por año, algo así como 4,8 millones de dólares al año, es decir unos 390.000 dólares al mes que debía repartirse entre todos los clubes de la División de Honor, Intermedia y las de ascenso A, B y C.
Un club de la División de Honor percibía en ese momento alrededor de 350.000 dólares anuales, unos 30.000 de la moneda norteamericana por mes, es decir, el sueldo de cuatro o cinco jugadores.
En febrero de 2017, un Robert Harrison recientemente electo presidente en la APF, aprovecha muy bien la turbulencia que se había originado entre los clubes, en torno a los derechos de TV, luego de que la prensa diera a conocer las irrisorias sumas de dinero que pagaba TIGO a la APF, menos de 5 millones de dólares al año, a lado de los multimillonarios ingresos que la compañía telefónica generaba con la señal del fútbol paraguayo, estimado en más de 50 millones de dólares al año.
Ante la presión mediática y de algunos clubes de Primera, la empresa TIGO cede y Harrison se ufana de haber conseguido un significativo aumento en los montos recibidos por los derechos de TV del fútbol. Es así que se pasa de menos de 5 millones de dólares al año a unos 10 millones de dólares anuales con lo cual los clubes quedaron conformes pese a que todavía había una gran brecha entre lo ingresado por TIGO por la venta de la señal del fútbol versus el monto transferido a la APF.
De cualquier manera, faltaba poco para que fenezca la relación comercial APF-TIGO teniendo en cuenta que la vigencia del contrato caducaba en el 2020 aguardándose un nuevo contrato mucho más beneficioso para balompié criollo.
PRIMERA ENTREGA
Pero, luego de una aparente conquista de Robert Harrison sobre los derechos audiovisuales del fútbol paraguayo, se vendría la primera sospechosa entrega del dirigente de fútbol a los intereses de TIGO.
Efectivamente, en el 2020 (año de la pandemia por el COVID 19), cuando todos esperaban un llamado a licitación pública para transparentar la adjudicación de los derechos de televisación, increíblemente Robert Harrison decide extender el contrato con TIGO por tres años más. La excusa montada por Harrison fue la paralización total del fútbol, a consecuencia de la pandemia, y los compromisos contractuales asumidos por TIGO en relación a la televisación de los partidos.
Y aquí es bueno realizar una salvedad ya que, si bien es cierto que hubo un parate en el fútbol local, TIGO jamás redujo el el cobro a sus abonados por no entregarles la señal del fútbol lo que equivale a decir que TIGO jamás tuvo pérdidas a consecuencia de la pandemia.
Otro detalle importante es que, a diferencia del resto de las actividades sociales y económicas del país, el fútbol tuvo una suspensión de apenas cuatro meses, paralizándose en marzo y reanudándose en julio del 2020, por lo que extender el contrato con TIGO por tres años (36 meses) de ninguna manera podía estar justificado más que para aquellos que buscan por todos los medios defender los intereses de la compañía privada más que los intereses de los clubes.
La extensión por tres años más del contrato con TIGO fue por unos 54 millones de dólares en total, lo que equivale a unos 18 millones de dólares por año a repartirse entre todos los clubes de la Primera, intermedia y ascenso.
MÁS QUE UN GERENTE
Recordemos igualmente, en el 2021, el caso de la pública amenaza que lanzara el presidente de la APF, Robert Harrison, quien convocó a todo su Comité Ejecutivo para defender a TIGO de una multa de más de 6.000.000 de dólares por parte de la Comisión Nacional de Competencia (CONACOM) por actitudes monopólicas en el manejo de los derechos televisivos del fútbol.
«Se llegan a meter con los derechos del fútbol y va haber una bomba atómica«, fueron entonces las palabras de Robert Harrison en defensa de los intereses de TIGO cuando que en realidad la Dirección de Investigación de la Comisión Nacional de la Competencia, formuló acusación directa en contra de Teledeportes Paraguay S.A. (TIGO) por supuesta infracción del Artículo 9 de la Ley N° 4956/2013 de Defensa de la Competencia, por el abuso de posición dominante en el mercado de distribución de señales del fútbol paraguayo a nivel nacional, denegando el suministro a las compañías AMX Paraguay S.A. (CLARO TV) y TUVES Paraguay S.A. (PERSONAL TV), que denunciaron la práctica desleal contra la empresa TIGO.
UN NUEVO «REGALO»
Y nuevamente, cuando todo apuntaba a que por fin la venta de los derechos de TV del fútbol paraguayo iba a transparentarse con un llamado a licitación pública o al menos un concurso de ofertas, el presidente de la APF, Robert Harrison vuelve a entregar a TIGO, como si nada, el principal patrimonio del balompié nacional.
Hasta ahora la Asociación no comunicó oficialmente el tema, pero ya se menciona que el presidente Robert Harrison habría firmado un nuevo contrato con la empresa TIGO que, según fuentes de ExpressNews sería por ocho años, es decir, cuatro años de vigencia normal más una cláusula de preferencia para ampliar por otro periodo más de igual extensión.
Tanto es el interés de Harrison de renovar el contrato con TIGO que en las últimas horas se deslizó la total informalidad incluso con que se maneja el multimillonario contrato, ya que el propio presidente del Olimpia, Miguel Cardona, declaró que todavía no firmó el nuevo documento y que primero va analizar la propuesta de la compañía privada antes de suscribir el mismo.
Al respecto, intentamos hablar con Cardona pero el mismo no respondió a nuestro contacto.
Lo único que se mencionó hasta el momento es que con este nuevo contrato los clubes de Primera recibirán 1.700.000 dólares por año a partir del 2024.
En resumidas cuentas, Robert Harrison, durante su administración en la APF, actuó más en favor de los intereses de TIGO, que de los mismos intereses de los clubes o de la Selección Nacional incluso cuyos, resultados futbolísticos dejan mucho que desear y han caído de manera estrepitosa a niveles nunca antes alcanzados.
BONUS TRACK
Como un «plus» a todo esto, se puede mencionar que Robert Harrison no solo tiene fijación en la empresa TIGO sino en sus propios ejecutivos. En efecto, no contento con entregarles en bandeja el mayor activo de la APF, Harrison lleva a la Asociación a altos ejecutivos de la compañía telefónica.
Raúl Ybañez y Ricardo López, quienes ocupaban los cargos de Gerente de Relaciones Institucionales y Gerente de Producción respectivamente en la empresa TIGO, a partir del 2018 de la mano de Harrison pasaron a ocupar los cargos de Director de Planificación Estratégica y Gobernanza y de Asesor de Programaciones dentro de la Asociación Paraguaya de Fútbol.
Una designación que podría calificarse hasta de antiético e inmoral ya que ambos ex empleados de TIGO formaban parte de las negociaciones de los millonarios contratos con la APF.
QUE GANA TIGO CON EL FUTBOL PARAGUAYO?
Por lejos, el mayor beneficiado del contrato entre la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) y TIGO (TELEDEPORTES PARAGUAY S.A.) es la compañía telefónica que utiliza el fútbol paraguayo no solo para generar ingresos por la venta de la señal a sus propios abonados, a los abonados de otras cableoperadoras e inclusive a canales de España y EE.UU.
Además, TIGO utiliza la señal del fútbol paraguayo para: a) ejercer posición dominante en el servicio de TV Paga; b) tener el control de otros servicios de telecomunicaciones como internet; c) pagar un monto fijo mínimo por los derechos de televisación y cobrar por abonado; d) tener la exclusividad de imágenes del fútbol nacional para fines comerciales.
Algunas estimaciones señalan que, sólo por la comercialización de la señal del fútbol local, a sus abonados, más los clientes de otras operadoras de TV Cable, TIGO estaría facturando por encima de los 50 millones de dólares. A esto debe sumarse toda la gama de comercialización posible con la señal de la APF como los streamings, venta de patrocinios en programas deportivos y la venta internacional de la misma señal, entre otros.
En siete años de mandato, Robert Harrison ha cosechado puros fracasos para la Albirroja en todas sus categorías, pero ha sido férreo defensor de los intereses de TIGO en la APF. ¿Cuál sería la motivación?.