PRESIDENTE DE LA CONMEBOL EVITA AL URUGUAY DESPUES DE DESMESURADA SANCION A LA CELESTE
En las últimas semanas, se dieron varios sucesos en torno al presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), Alejandro Domínguez, que muestran una de dos; su lado más pusilánime ante medidas sumamente drásticas, o su total falta de empatía hacía sensibles temas que hacen al fútbol de esta parte del mundo. Sepa cuáles son esos sucesos.
Ya en la final de la Copa América, llevada a cabo en Miami, Estados Unidos, el titular de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, fue duramente criticado por mostrarse absolutamente indiferente ante los graves incidentes que se dieron en la zona de acceso al Hard Rock Stadium, donde colombianos y argentinos se enfrentarían por el título de campeón.
En efecto, mientras niños, mujeres y adultos estaban siendo golpeados y humillados por agentes de la policía y miembros de la seguridad del estadio, debido exclusivamente a la mala organización de la CONMEBOL, el presidente Domínguez se paseaba por el interior del estadio para sacarse fotos y mostrarse con los artistas que actuarían esa noche, sin importarle en lo más mínimo el caos que se estaba teniendo en el ingreso de los aficionados.
En aquella oportunidad Domínguez demostraba su lado más medroso para enfrentar una situación que exigía el manejo serio y responsable para «apagar el incendio» de la máxima autoridad del ente organizador del torneo que estaba culminando ese día, algo que no se vio en ningún momento. Recordemos que a raíz de dichos incidentes, el inicio de la final de la Copa América, disputado el 14 de julio pasado, se retrasó casi una hora.
OTRA MUESTRA MAS
Y no pasó mucho tiempo de aquella final de la Copa América para que Alejandro Domínguez vuelva a mostrarse insensible y falto de coraje ante una situación que, como cabeza de la institución que rige los destinos del fútbol Sudamericano, requería de su presencia o, por lo menos, de su representante.
Efectivamente, el pasado 29 de agosto se realizaron las exequias del jugador de Nacional de Uruguay, Juan Izquierdo, quien falleció a raíz de una arritmia cardiaca que tuvo disputando un partido por Copa Libertadores contra el club brasilero Sao Paulo en el estadio paulista.
El presidente de la CONMEBOL, lejos de hacer acto de presencia en ese difícil momento para dar las condolencias a los familiares y a los compañeros y dirigentes del Club Nacional, viajó a Europa para participar del sorteo de la Champions League, un torneo en el que nada tiene que ver como dirigente Sudamericano.
Obviamente su ausencia, y más aún la de al menos algún representante de la CONMEBOL, fue duramente criticado por diferentes actores del ámbito futbolístico, incluidos jugadores, dirigentes, aficionados y medios de prensa que no dudaron en señalar a Domínguez como una persona absolutamente insensible ante un hecho que conmovió a todo el continente.
DURAS SANCIONES
Pero quizás, la insensibilidad y total falta de empatía de Alejandro Domínguez guarda relación más bien a su cobardía para viajar al Uruguay ya que un día antes, el 28 de agosto del corriente año, la CONMEBOL dio a conocer en un comunicado las duras sanciones impuestas a 11 jugadores de la Selección Uruguaya (Darwin Núñez fue suspendido hasta por 5 partidos) y a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), por los incidentes protagonizados al final del partido contra Colombia en la semifinal de la Copa América, hechos que nuevamente fueron de exclusiva responsabilidad de la organización del evento, o sea de la CONMEBOL.
Pero la actitud pusilánime de Alejandro Domínguez se hizo notar aún más cuando el máximo dirigente, asiste a la despedida del jugador argentino Ángel Di María de la Selección Albiceleste, el pasado jueves 5 de setiembre, en el partido contra la Selección Chilena por las Eliminatorias para el Mundial FIFA 2026, pero al día siguiente no participa de la despedida de un histórico de la Selección Uruguaya como lo es sin dudas el delantero Luis Suarez. Ni siquiera la presencia de la Selección Paraguaya en tierras charrúas motivó al presidente de la CONMEBOL a hacer acto de presencia en el Centenario de Montevideo, donde uruguayos y paraguayos se enfrentaron también por el clasificatorio mundialista.
SI DIGO LO QUE PIENSO…
«Si digo públicamente lo que pienso, dejo de jugar al fútbol», dijo tajantemente el jugador uruguayo Diego Polenta, compañero del extinto Juan Izquierdo en Nacional de Uruguay, al ser consultado sobre la actitud de Domínguez de no asistir al velorio de Izquierdo.
«Ahora veo que sale en programas de TV, que le dan premios en Argentina (Domínguez asistió a la entrega de los premios Martín Fierro), que anda en todos lados, que fue a despedir a Di María», manifestó Polenta.
Queda claro que Alejandro Domínguez, o es un cobarde que no quiere afrontar las situaciones adversas que de repente se le presentan, o es una persona con total falta de empatía hacia temas sensibles que se dan en torno al ámbito futbolístico y prefiere estar solamente donde recibe lisonjas y adulaciones.
