CAMPOS EN MAL ESTADO, PESIMOS ARBITRAJES, PRESUNTOS ARREGLOS Y GRAVES INCIDENTES DURANTE EL TORNEO
La Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), bajo la batuta del paraguayo Alejandro Domínguez, priorizó los factores exógenos a lo meramente deportivo y así le fue. Desde la denuncia del DT argentino, Lionel Scaloni, pasando por las duras criticas del entrenador de la selección charrúa, Marcelo Bielsa, para terminar con los graves incidentes en el Hard Rock Stadium de Miami, visto por todo el mundo, demuestran claramente la incapacidad de la actual administración de la CONMEBOL para organizar eventos de este tipo.
¿Se priorizó el dinero antes que el fútbol?. El presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez llevó a EE.UU., por segunda vez en apenas 8 años, el centenario torneo Sudamericano por excelencia, sin importarle la plaza de otros países del continente que hace décadas esperan realizar este certamen con acabados argumentos.
Con su absurda y descabellada obsesión de querer compararse con el fútbol europeo, Domínguez se preocupó más en el nombre de las sedes Mercedes Benz Stadium, Hard Rock Stadium, AT&T Stadium, Bank of América Stadium, entre otros, pero poco o nada le preocupó el estado de las canchas, las condiciones de los campos de entrenamiento y hasta el nivel del arbitraje, con no pocos cuestionamientos de parte de los actores directos y de quienes siguieron de cerca el torneo a través de la TV y vieron los groseros fallos arbitrales.
Lo denunció el Director Técnico de la Selección Argentina, Lionel Scaloni, ya al inicio del torneo, lo confirmó y lo amplió con términos muy duros el entrenador de la Selección Uruguaya, Marcelo Bielsa y lo ratificó el adiestrador de la Selección Canadiense, Jesse Marsch, la organización de la CONMEBOL Copa América 2024 fue un desastre.
Y es que el presidente de la Confederación se preocupó más en el show y la polémica bendición religiosa (violando Estatutos de FIFA), de la jornada inaugural, que seguir con la histórica tradición deportiva de darle al país anfitrión la disputa del primer partido del certamen, sólo por darle a la TV la posibilidad de mostrar desde el principio la figura del capitán argentino Lionel Messi, que sin dudas vende.
CAOS TOTAL, PERO LA FOTO ESTA PRIMERO
Asimismo, el máximo dirigente del fútbol de Sudamérica, se preocupó más en el show de Shakira, para el entretiempo de la final, y sacarse fotos con personajes de la farándula mundial como Maluma o Sebastián Yatra, que atender los graves incidentes que se dieron a la entrada del Hard Rock Stadium, con niños, mujeres y adultos golpeados y heridos por el tumulto que se originó a raíz de la mala organización del evento.
Conste que días antes, esa misma mala organización ya había ocasionado también serios incidentes en el partido de semifinal entre Uruguay vs Colombia donde los mismos jugadores tuvieron que protagonizar enfrentamientos con los aficionados al ver a sus familias en peligro por el desborde de los hinchas y las grescas que se produjeron entre una y otra parcialidad al término del partido.
Ambos casos pudieron haber culminado en graves tragedias, pero eso era lo de menos, mientras se mantenga el show frente a las cámaras todo es permitido para la CONMEBOL, todo menos el buen fútbol. Las críticas de casi todos los que de alguna u otra forma están ligados al fútbol, apuntaron directamente a la CONMEBOL en la confección de las llaves y el modelo de cruzamiento utilizado, por primera vez en la historia, en donde la Argentina tenía un fixture sumamente ligero con relación al resto y no solamente por los rivales, ya que se cuidó de no ponerle ni una selección de peso como Brasil, Uruguay y la misma Colombia, hasta la final del certamen, sino por el recorrido que debían realizar para sus partidos, con distancias mucho más cortas y por ende menos desgastante que los demás.
Cabe mencionar que el show de Shakira, quien se llevó USD 2 millones por 27 minutos de playback, fue otra desacertada de la CONMEBOL ya que, priorizando el show al estilo Super Bowl del football americano, Domínguez se olvida que dirige al fútbol (balompié) violando normas y reglamentos del tiempo máximo que puede permitirse en los entretiempos de este deporte para no entorpecer las condiciones físicas de los jugadores. Pero, el show es más importante.
LA GUINDA DE LA TORTA
Para cerrar hay que señalar igualmente la accesibilidad a los partidos, que fue otra agravante de la Copa América 2024, con entradas para la final de 1.250 USD (G. 10 millones) las más baratas y hasta 11.000 USD (G. 80 millones) las más caras, volviéndose así al «deporte más popular del mundo» en una actividad elitista reservada solo para una casta privilegiada.
Y ya que Domínguez tanto quiere compararse con los europeos, resulta hasta chocante saber que la final de la Eurocopa disputada entre Inglaterra y España en Berlín (Alemania), tenía entradas desde 90 euros (G. 800.000) y la más cara de 2.000 euros (G. 17,5 millones).
De esta forma, lo que fue anunciado por Alejandro Domínguez como la mejor Copa América de la historia, no pasó de ser un fiasco total, un lamentable y bochornoso espectáculo que se suma al frondoso antecedente que tiene el dirigente paraguayo en su haber, luego de llevar, nada menos que la Final de la Copa LIBERTADORES DE AMERICA (principal torneo de clubes de la CONMEBOL), al país que por siglos mantuvo el sometimiento sobre todo el Continente, España, sin ningún justificativo válido.
Después de llevar a cabo una nefasta Copa América 2021 en Brasil (en plena pandemia de coronavirus con cientos de miles de personas muriendo por contagios), apenas dos años después de haberse realizado la edición anterior (2019) en el mismo país, sólo para equiparar el calendario del torneo de naciones con la Eurocopa, lo que por fin consiguió ahora.
Luego de movilizar 4 gobiernos (Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile), utilizando un millonario presupuesto público para promocionar desde el 2017 la supuesta realización de la Copa del Mundo 2030 en éstos países y consiguiendo, como consuelo, que se lleven a cabo apenas 3 partidos en Uruguay, Argentina y Paraguay, dejando directamente afuera a Chile sin un argumento lógico y convincente para el gobierno chileno.
Todo esto no hace más que confirmar fehacientemente que la Copa América 2024, lejos de ser el mejor de la historia, es la muestra palpable de que la CONMEBOL, bajo la administración de Alejandro Domínguez no está preparada para la realización de este tipo de eventos donde debe primar el espíritu deportivo antes que el comercial. Ojalá los presidentes de las federaciones miembros, alguna vez dejen de actuar como una cofradía y primen los intereses del fútbol Sudamericano que, muy por el contrario a lo que pretende emular Alejandro Domínguez, cada vez está más lejos de nosotros, en organización, en respeto a la afición, a las federaciones, a los clubes y sobre todo a los atletas.