GROSERO LAVADO DE DINERO DESDE BNF NO TIENE RESPONSABLES
Los negociados en Paraguay del brasileño Darío Messer, considerado uno de los cerebros del caso “Lava Jato” el mayor escándalo de corrupción en la historia del Brasil, hasta ahora siguen impunes ya que las autoridades encargadas de velar por el cumplimiento de las normas y control antilavado nunca fueron vinculadas al esquema criminal montado por el “doleiro de doleiros” que llegó a mover más de US$ 84 millones desde el Banco Nacional de Fomento (BNF) en medio de un mar de irregularidades, según la propia Superintendencia de Bancos.
Las millonarias transferencias provenientes de paraísos fiscales a las cuentas de Darío Messer se dieron fundamentalmente entre el 2013 y 2016, siendo Presidente de la República en ese entonces, su “hermano del alma” Horacio Manuel Cartes, quien incluso fue involucrado en el proceso judicial abierto en el Brasil por el caso “Lava Jato”.
El que autorizó, de manera totalmente irregular, la apertura de cuentas a Darío Mezzer en el Banco Nacional de Fomento (BNF) fue el gerente Jorge Lavand.
Por otro lado, están los que, aun con documentación insuficiente sobre el origen de los fondos, permitieron que Darío Messer meta al país decenas de millones de dólares provenientes de empresas off shore en las Islas Vírgenes Británicas, como la Bizantine Investment Inc., Golden Moon Corp y Kamara Continental S.A. y Eowyn International S.A., vía Banco Hapoalim de Israel, pero a través de su sucursal en Luxemburgo. La Superintendencia de Bancos indicó que no se pudieron identificar a las personas físicas que fungen de beneficiario final detrás de las empresas.
Messer llegó a mover a través de su cuenta personal en el BNF y de las cuentas a nombre de Matrix Realty S.A. y CHAI S.A. más de 84 millones de dólares y los responsables directos son el ex presidente de la estatal Carlos Pereira Olmedo, los miembros del Directorio Juan Manuel Gustale, Martha Zacarías de Sarubbi, Santiago Jesús De Filippis y el gerente de cumplimiento Juan Manuel Benítez Fleitas, todos estos continúan hoy día en sus cargos, salvo Pereira Olmedo quien se encuentra actualmente como ministro de la Vivienda.
Otro que tiene mucha responsabilidad en todo este tema es el ex presidente del Banco Central del Paraguay (2013-2018) Carlos Fernández Valdovinos, quien tendría vínculos familiares con Juan Gustale y hoy día está al servicio del Banco BASA, propiedad de Horacio Cartes.
Una de las operaciones más llamativas que realizó Darío Messer desde el BNF y que incluso activó el Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) fue la transferencia, en dos ocasiones pero en el mismo día, de casi US$ 10 millones de dólares a la firma PUENTE CASA DE BOLSA donde estaba como Alto Directivo José María Peña, padre de Santiago Peña ex ministro de Hacienda en la era Cartes, actualmente también al servicio del Banco BASA del ex mandatario, entidad bancaria que también participó en las transferencias además del Banco ITAU, de acuerdo al informe de la Superintendencia de Bancos.
Las autoridades del Banco Nacional de Fomento (BNF) están seriamente comprometidas con las irregularidades detectadas por la Superintendencia de Bancos (SB) en las cuentas de Darío Messer, ya que, a pesar de haber saltado numerosos Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS), en la institución bancaria nunca se abrió sumario alguno e inclusive los funcionarios responsables continúan hoy todos en sus cargos.
El mismo informe de la Superintendencia de Bancos sostiene que, en lo que se refiere a las operaciones realizadas por los clientes Darío Messer, MATRIX REALTY S.A. y CHAI S.A. se debe evaluar la conducta del BNF en los últimos 5 años en razón de los plazos de prescripción definidos en el Art. 92 de la Ley No. 489/95, cuyo procedimiento es el aplicado a los efectos de deslindar la responsabilidad administrativa que pudiera surgir.
Hasta ahora no hay un solo imputado pese a que el mismo Darío Messer es autor confeso de los delitos que se le acusa por lavado de dinero, evasión impositiva y asociación criminal en el sonado caso “Lava Jato” y teniendo en cuenta que el Banco Nacional de Fomento fue una de sus principales “aliadas” para el movimiento de dinero proveniente del crimen organizado.