SE PREOCUPA MAS POR LOS DERECHOS DE TV QUE POR LA PROPIA ALBIRROJA
El presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Robert Alexis Harrison Paleari, lleva cinco años en el cargo y hasta aquí no ha cosechado un solo logro deportivo por lo que su gestión al frente de la matriz del balompié nacional bien puede ser catalogado de fracaso absoluto. Los pésimos números de la Selección Nacional, incluido la última gran frustración por la prematura eliminación de la Copa América 2021, son más que elocuentes. Aun así, Harrison demuestra mucha más preocupación por los derechos de TV entregados a TIGO, que por los resultados catastróficos de la querida Albirroja.
Abril de 2016, Robert Harrison (Nacional) gana la pulseada a Federico Acosta (Guaraní) y asume la presidencia de la APF, vacante hasta ese momento tras la salida de Alejandro Domínguez quien renunció para ejercer la presidencia de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
La victoria de Harrison fue aplastante ya que la Asamblea concluyó con 89 votos a favor contra solo 48 de Acosta, lo que indicaba la plena confianza depositada en el ex presidente del Club Nacional para dirigir a la APF.
Según la página oficial de la Asociación, la «brillante gestión» (?) de Harrison entre abril de 2016 y noviembre de 2017, hizo que ese año el mismo sea reelecto para el periodo 2018-2022.
Las esperanzas estaban cifradas en la gestión del novel presidente de la APF para reencausar el rumbo de una Selección Paraguaya de Fútbol que hasta el 2010 había participado de manera consecutiva en los últimos cuatro mundiales, Francia 1998, Corea-Japón 2002, Alemania 2008 y justamente Sudáfrica 2010, pero había quedado fuera ya para el mundial de Brasil 2014 (administración Napout/Domínguez), algo que dolió bastante a la afición deportiva que se preparaba con todo para seguir a la Albirroja, después de mucho tiempo, en un destino cercano y accesible.
Sin embargo, varios desatinos y desprolijidades en el manejo de la Selección Paraguaya, especialmente en la elección del Director Técnico, hicieron que la Albirroja deambule de fracaso en fracaso.
En primer término, la novela que el propio Robert Harrison protagonizó con el colombiano Reinaldo Rueda a quien fue personalmente a buscar en junio de 2016 y dando prácticamente por hecho la contratación del mismo al mes siguiente. Pero, pese a que para muchos el presidente de la APF fue incluso a «regalarse» al adiestrador cafetero, en agosto Rueda rechaza la conducción del seleccionado guaraní y Harrison queda en ridículo y pierde un valiosísimo tiempo con miras a las Eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018.
Para apagar el «incendio», el titular de la matriz futbolera contrata al paraguayo Francisco Arce quien no pudo revertir los malos resultados que ya venía teniendo la Albirroja y nuevamente quedamos fuera del máximo evento de fútbol a nivel de selecciones que se disputaba en territorio soviético.
No contento con el fiasco que se mandó con Rueda, en el 2018 el presidente de la APF volvió a protagonizar otro gran papelón con la contratación del también colombiano Juan Carlos Osorio quien, desde un principio, dijo no estar interesado en dirigir a los albirrojos porque su deseo era tomar el timonel de la Selección de su país, pero aun así Harrison lo buscó personalmente, no solo en Colombia sino también en los Estados Unidos, le ofreció de todo y se menciona que hasta le prometió una cláusula de rescisión de contrato gratis si le salía la conducción del seleccionado colombiano.
Osorio no pudo resistir tamaño «regalo» e insistencia de Harrison y aceptó la propuesta pero nunca estuvo convencido de dirigir la Albirroja, tal es así que ni siquiera trajo al país un cuerpo técnico y en los primeros entrenamientos hasta se lo vio, desvergonzadamente, colocando él mismo los conos de práctica en el campo de juego.
El «trabajo» de Osorio al frente de la Selección Paraguaya fue nulo. Estuvo al frente de la Albirroja cinco meses (setiembre 2018-febrero 2019) y dirigió un solo partido amistoso con Sudáfrica con resultado de empate a 1. Por esto Osorio se llevó más de 1 millón de dólares de la APF, según reportaron medios colombianos ya que Harrison nunca quiso dar los montos del contrato.
TRISTE ACTUALIDAD
La rescisión con Osorio se anunció el 13 de febrero de 2019 y cinco días después fue nombrado como nuevo entrenador de la Selección Paraguaya el argentino Eduardo «Toto» Berizzo cuyo perfil desde ese mismo día fue cuestionado por varios referentes de nuestro fútbol, entre ellos el mismo ex capitán y guardameta albirrojo José Luis Chilavert, a quienes el tiempo le daría la razón.
Las estadísticas de Berizzo con la Albirroja son abrumadoramente pésimas. Sólo 3 victorias en 15 partidos oficiales y apenas 6 partidos ganados en 25 encuentros que dirigió hasta ahora el DT argentino sin tener hasta ahora tan siquiera un equipo base, sin patrón de juego y sin un esquema definido a la hora de plantear los partidos.
El primer torneo oficial que disputó la Selección Paraguaya bajo la conducción de Berizzo fue la Copa América 2019 en Brasil, donde no se ganó un solo partido habiéndose eliminado en cuartos de final luego de disputar cuatro encuentros con tres empates y una derrota.
En la senda camino al Mundial Qatar 2022, la suerte de la Albirroja con Berizzo no es diferente e incluso ya es preocupante si realmente se tienen aspiraciones mundialistas. De seis encuentros por Eliminatorias disputados hasta ahora, sólo se ganó uno contra Venezuela con resultado de 1-0. Luego se tuvo cuatro empates y la derrota 0-2 en el último encuentro contra Brasil en Asunción. Paraguay hoy está relegado al 6to. lugar en la tabla de posiciones del clasificatorio mundialista, fuera de las cuatro plazas que van en forma directa a Qatar e incluso fuera del quinto lugar que va a repechaje. Es decir, una vez más estamos quedando fuera del Mundial de Fútbol 2022.
La última gran frustración de la Albirroja fue la reciente eliminación de la Copa América Brasil 2021, también en cuartos de final, luego de disputar cinco partidos con dos victorias y tres derrotas.
«POR BUEN CAMINO»
Pero, a pesar de todo, para la APF de Robert Harrison, «vamos por buen camino con Berizzo» según manifestaron el vicepresidente segundo de la Asociación, Javier Díaz de Vivar y el integrante del Departamento de Selecciones, Enrique Sánchez.
Hasta aquí, la administración Harrison en la APF lleva sobre sí el fracaso de tres Copa América, incluyendo la Copa América Centenario del 2016 disputada en EE.UU. y una Eliminatoria para el Mundial Rusia 2018 con serias probabilidades de que también fracase el proyecto Mundial Qatar 2022 si no se adoptan medidas urgentes y drásticas en el manejo de la Selección.
Pero los fracasos de Harrison no son exclusivos de la Selección Absoluta ya que se trasladan también a las Selecciones Menores y Selección Femenina, en donde, así como en la de mayores, el problema principal es la elección de estrategas o técnicos de valía que formen como corresponde a los juveniles para las competencias en sus categorías e incluso para cuando lleguen a la principal. Se llegó incluso al colmo de contratar un DT que ni siquiera tenía título profesional lo que demuestra el nivel de chapucerismo con que la Asociación maneja nuestro fútbol.
Al igual que en la División Principal, las Selecciones Paraguayas en las categorías inferiores han fracasado sistemáticamente durante la administración Harrison a diferencia de otras administraciones donde se han logrado cosas importantes como la clasificación a los mundiales juveniles.
La eliminación del Sub19 de la plantilla principal de los clubes de primera fue otro craso error deportivo de esta administración que futbolísticamente ha demostrado no estar a la altura de las exigencias poniendo a personas, polifuncionales y de escasa preparación en puntos clave para el verdadero crecimiento del balompié nacional.
Como resultado, se llega a la trágica decisión de jugar un torneo en la División de Honor con solo 10 clubes, poniéndole la soga al cuello a dos planteles completos (unos 60 jugadores más cuerpo técnico) que de la noche a la mañana quedaron sin trabajo tras la también desatinada disposición de que no se juegue durante todo el 2020 la Intermedia así como tampoco las otras divisiones de ascenso.
La Copa Paraguay, otro engendro de la APF que no ofrece incentivo alguno a los clubes participantes y, por el contrario, exige sacrificios inmensos a los planteles de tierra adentro, también forma parte del fracaso deportivo de la gestión Harrison.
AMOR A LA TV
Lo más curioso es que Robert Harrison, siendo presidente de la matriz del fútbol paraguayo, tiene posturas mucho más radicales y obsecuentes con relación a los derechos de TV que ostenta la empresa privada TIGO (Teledeportes Paraguay S.A.) que con la propia Selección Nacional.
Un año atrás, cuando todo el país se paralizaba a consecuencia de la pandemia por el COVID-19, curiosamente el titular de la APF se preocupaba por la extensión del contrato con TIGO que fenecía en diciembre 2020 más que por la propia continuidad de los torneos en las diferentes divisiones.
Insólitamente, a pesar de que el torneo principal o la División de Honor tuvo solo tres meses de suspensión, sin razón alguna Harrison entregó tres años más de contrato a la empresa TIGO, postergándose así, como hace más de diez años, una licitación abierta y transparente para la adjudicación del principal activo que tiene la APF, que son los derechos de televisación del fútbol paraguayo.
Mas recientemente, Harrison convocó a todo el Comité Ejecutivo de la APF, incluidos los presidentes de clubes de primera, más los presidentes de las distintas divisionales, para sentar postura y pronunciarse públicamente en contra de la sanción y multa de USD 6 millones a la empresa TIGO, impuesta por la Comisión Nacional de Competencia (Conacom), por presunto abuso de posición dominante en la distribución de señales del fútbol paraguayo.
BOMBA ATOMICA
En este tema Harrison fue drástico y llegó incluso a amenazar: «Se llegan a meter con los derechos del fútbol y va haber una bomba atómica».
De esta forma, se podría decir que en estos cinco años de administración, Robert Harrison ha sido mejor ejecutivo de TIGO que presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol, ya que la empresa privada ha conseguido con su gestión más logros de los que ha obtenido el fútbol paraguayo.