Una APF fracasada lleva a todo el fútbol paraguayo a la debacle

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Robert Harrison Paleari

PARAGUAY YA SALIO DEL TOP TEN DE MEJORES LIGAS DEL MUNDO Y SIGUE CAYENDO EN PICADA

El fútbol paraguayo, de la mano del titular de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) Robert Harrison Paleari, se encuentra en su peor momento histórico, no solo a nivel de selecciones, ya que hace casi 15 años no conoce lo que es un Mundial de FIFA, sino que también a nivel de clubes con una pésima presentación de los equipos paraguayos que participan en los torneos de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL). Definitivamente la desastrosa gestión Harrison está haciendo estragos en el balompié nacional.

Hasta el líder del torneo local y último campeón del fútbol paraguayo, Libertad, perdió en su debut por Copa Libertadores

Como nunca antes, en sus presentaciones, los seis equipos paraguayos que participan de competencias internacionales han sido derrotados por sus respectivos rivales, tanto en Copa Libertadores, como en Copa Sudamericana, los principales torneos de la CONMEBOL a nivel de clubes.

Hasta el más pintado de los equipos, el último Campeón del fútbol paraguayo, Libertad, cayó inexorablemente ante su par uruguayo, Nacional, lo mismo que Cerro Porteño ante el chileno Colo Colo por la cuenta mínima en Copa Libertadores.

Por Copa Sudamericana también fueron derrotados sin contemplación Sportivo Ameliano, con una paliza por parte del Atlético Paranaense de Brasil; Nacional que sucumbió ante Argentinos Juniors; Sportivo Trinidense que perdió contra Fortaleza de Brasil y Sportivo Luqueño que fue doblegado por Racing de la Argentina.

Otro que fue derrotado en su presentación en la Copa Libertadores fue Cerro Porteño

Que dos, tres o cuatro equipos tengan un flojo debut en justas internacionales hasta se podría decir que está dentro del presupuesto, pero que ninguno haya podido sacar al menos un empate, alcanzando «cero» de 18 puntos posibles, pinta en cuerpo entero la deplorable situación en la que se encuentra el fútbol paraguayo.

Pero esta calamitosa realidad no es una casualidad y mucho menos producto del azar sino la consecuencia lógica y natural de una pésima gestión dirigencial que parte de la cabeza misma, con una nefasta administración de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) a cargo de Robert Harrison, que se transmite luego a cada uno de los clubes ya sea de la categoría Primera o de las categorías de ascensos.

Es muy penoso ver cómo los equipos paraguayos se muestran totalmente impotentes ante el juego de sus adversarios sean éstos argentinos, brasileros, uruguayos, chilenos y todavía falta ver partidos con equipos de otras latitudes pero que, así como están las cosas, podrían dar aun más dolores de cabeza a los clubes guaraníes.

Como tutor o matriz del balompié nacional, la APF es absolutamente responsable de la competitividad que tienen los clubes. Cómo?, organizando torneos que permitan a los equipos desarrollar mayor competencia entre sí. De hecho, ya se mencionó la necesidad de ampliar la cantidad de participantes del Torneo de Honor en la división principal y modificar el diseño de la competencia para volverla más dinámica y genere una mayor rivalidad de los equipos participantes.

El formato que se utiliza actualmente, no solo resta competitividad a los equipos sino que deja de ser atractivo incluso para los mismos aficionados que cada vez son son menos en las canchas.

EN CAIDA LIBRE

El torneo principal de la APF, Copa de Primera, que hasta hace poco se ubicaba entre las 10 mejores ligas del mundo, hoy ha dejado esa zona de privilegio para ubicarse en la 13a. posición (todavía generosa según nuestra óptica) según el Ranking 2024 de la Federación Internacional de Historia y Estadística (IFFHS), puesto que irá siendo cada vez peor así como están las cosas. Al respecto, algunos ya le dan a la liga paraguaya el puesto N° 20.

Clubes de Primera sin estadios y otros con estadios en pésimas condiciones, violando incluso las normas de FIFA y CONMEBOL. Una programación de partidos sometida a los intereses de la TV y no al de los clubes, con encuentros en horarios no acordes a la realidad como ser algunos partidos muy tempranos en días de mucho calor y otros muy tarde desafiando la falta de transporte y de seguridad, sin ningún criterio serio y responsable.

La falta de inversión en los estadios, canchas en deplorables condiciones, no aptas para la práctica del juego rápido y técnico, la poca o nula atención a las categorías inferiores, semilleros de nuevos valores que lejos de recibir un apoyo incondicional de la APF para mejorar las condiciones de trabajo, ahora son coartados con una desatinada y hasta antijurídica nota de «Deslinde y Liberación de Responsabilidad» en la que los padres (papá y mamá) o tutores deben renunciar a sus derechos de reclamar o denunciar cualquier tipo de violencia recibida por sus hijos dentro de los recintos de práctica, algo aberrante e inaceptable desde todo punto de vista.

SOSPECHOSO CONTRATO

Asimismo, no se puede pasar por alto la sospechosa relación HARRISON/TIGO SPORTS, como lo era anteriormente NAPOUT/TELEDEPORTES PARAGUAY, ya que estamos hablando del principal activo que tiene la APF que son los derechos de televisación del fútbol paraguayo y que, curiosamente, siempre se ha manejado de manera oculta y bajo un manto de dudas.

En el 2020, ya bajo la administración de Robert Harrison, la APF tuvo la brillante oportunidad de hacer un llamado a licitación pública internacional para el otorgamiento de los mencionados derechos teniendo en cuenta el vencimiento del contrato con TIGO SPORTS. Sin embargo, con la absurda e inexplicable excusa de la pandemia, Harrison prorrogó TRES años más el contrato con TIGO prometiendo incluso la realización del llamado a licitación.

Pero, llegado el momento y sin mayor explicación Harrison vuelve a cederle a TIGO SPORTS todos los derechos por cuatro años más lo que, sin dudas, deja mucho que desear de la administración de la APF ya que, al no abrir la posibilidad de nuevas ofertas en una licitación, se obliga a los clubes a recibir única y exclusivamente lo que TIGO quiera pagarles.

Robert Harrison convocó a toda la cúpula de la APF para defender públicamente los intereses de TIGO, como si fuera un empleado más

Recordemos que TELEDEPORTES PARAGUAY S.A., después llamado TIGO SPORTS, por años se benefició del fútbol paraguayo (SU PRINCIPAL COMPONENTE DE ESTRATREGIA COMERCIAL) con un contrato totalmente leonino que otorgaba migajas a los clubes durante las administraciones de Juan Angel Napout (condenado por corrupción) y luego de Alejandro Domínguez (hoy día en la CONMEBOL).

Justamente con la llegada de Harrison a la APF, y ante la exposición mediática del grosero contrato, TIGO no tuvo más remedio que aumentar su contrato en un monto que era más de tres veces el monto que venía dando a los clubes, que, dicho sea de paso, nadie más que Olimpia reclamaba la miseria que recibían por los derechos de televisación.

No obstante y emulando a sus antecesores, Harrison tomó el contrato APF/TIGO SPORTS como algo personal, pero incluso de manera más entrañable, actuando casi como un empleado más de la compañía telefónica, defendiendo sus intereses: «Se llegan a meter con los derechos del fútbol y va haber una bomba atómica», había declarado un Robert Harrison enfurecido porque TIGO había sido multado por la CONACOM (Comisión Nacional de Competencia) por una cuestión de hegemonía monopólica de TIGO frente a sus rivales comerciales, utilizando los derechos del fútbol. Algo totalmente comercial de TIGO y que nada tenía que ver la APF.

A pesar de ser presentado por Harrison como un «CONTRATO RECORD EN EL FUTBOL PARAGUAYO» (algo muy obvio), con cerca de USD 98 millones en cuatro años, los números que deja dicho contrato son, por lejos, mucho más beneficiosos para la compañía multinacional que para los clubes dueños del fútbol paraguayo.

LA «PRENSA AMIGA»

Pero difícilmente se logre un cambio significativo en el fútbol paraguayo, mientras las autoridades de la APF y de los clubes, jueguen sus partidos con el «arco libre» sin ninguna presión más que los reclamos de los aficionados. En efecto, prácticamente todos los medios de comunicación, grandes y chicos, y los «periodistas deportivos» en particular, mantienen una relación no profesional sino de amistad (rayando el chonguismo) con los dirigentes de fútbol y por ende, ignoran los grandes temas relacionados a este popular deporte. De hecho, algunos periodistas de larga trayectoria, han manifestado públicamente ser amigos incondicionales de altos dirigentes de fútbol acusados de graves hechos de corrupción en el caso FIFAGATE.

Uno de los hechos más escandalosos en el que estuvo involucrado el presidente de la APF,  fue la acusación del periodista mexicano Ignacio «El Fantasma» Suarez, quien afirmó que existen pruebas concretas de que Robert Harrison es líder de una banda criminal, integrada además por los empresarios de jugadores Juan Gabriel Appleyard Pettengill y Pedro Aldave así como el abogado deportivo de la APF, de Libertad, Gerardo Acosta, supuestamente dedicados al tráfico de jugadores a través de la selección nacional, según el periodista mexicano.

Si bien la acusación de Suarez tuvo cierta repercusión a nivel local, Harrison zafó del tema diciendo a través de la «prensa amiga» que negaba tal acusación y que presentaría una demanda en contra del comunicador de México, cosa que nunca ocurrió y la grave denuncia quedó en el «opá reí».

«Prepará la canillera porque te voy a levantar la taquilla», fue la recordada frase que hizo un conocido periodista deportivo al presidente de la APF, Robert Harrison, en una rueda de prensa, para seguidamente formular una pregunta absolutamente baladí e intrascendente mostrando el comunicador su lado más servil y adulador.

Pero no es el único, la zalamería y adulonería está enquistada en la prensa deportiva que solo sabe llenar de halagos y lisonja a los dirigentes y no opina, ni realiza cuestionamiento alguno a los malos manejos administrativos de la Asociación.

Nadie es capaz de señalarle a Roberto Harrison, sus desatinos como máxima autoridad del fútbol paraguayo, como por ejemplo:

  • El papelón que hizo persiguiendo al DT colombiano Reinaldo Rueda por todos lados para firmar un contrato que finalmente no se dio.
  • La contratación a las apuradas del también colombiano Juan Carlos Osorio como DT de la Selección Nacional, que vino, cobró una millonada de plata y dejó plantada a la Albirroja.
  • Las posteriores contrataciones de Eduardo Berizzo y los mellizos Barros Schelotto como seleccionadores de la Albirroja que nos dejaron fuera de dos mundiales.
  • Los contratos con la empresa TIGO SPORTS para entregarle los derechos de televisación del fútbol doméstico.
  • La falta de apoyo a los clubes, como el caso del centenario Club Gral. Díaz que en una oscura maniobra perdió su estadio por una deuda ínfima en relación al valor del patrimonio.
  •  Las graves acusaciones de que el presidente de la APF lidera un grupo mafioso que utiliza a la selección nacional para traficar jugadores en complicidad con empresarios de jugadores y abogados deportivos.
  • Las permanentes mentiras de Robert Harrison quien primero aseguró de que ya no seguía en la APF para luego presentarse de vuelta a la asamblea así como la promesa incumplida de hacer un llamado a licitación pública para otorgar los derechos de televisación del fútbol paraguayo.
  • La aplicación del FAIR PLAY FINANCIERO en los clubes, reclamado por un dirigente que luego recibió una tremenda persecución y fue obligado a apartarse del fútbol.

Todos éstos hechos consumados, sumado a otros desaciertos dirigenciales y muchos más que vendrán y que no son cuestionados en lo más mínimo, dan como resultado la pésima situación del fútbol paraguayo que en otros tiempos era sumamente respetado, tanto a nivel de selecciones como de clubes.

Hoy, el nivel de los clubes que nos representan en los torneos internacionales es sumamente pobre y, a nivel de selección, Paraguay corre el riesgo de quedar fuera del cuarto Mundial de FIFA en forma consecutiva, gracias a la gestión Harrison y a los presidentes de clubes que lo apañan.

 

redacción@expressnews.com.py

 

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