COBRAN DE LA CSF, LE DEBEN LEALTAD AL PRESIDENTE Y ADEMAS APARECEN PARA DECLARAR A SU FAVOR
Los testigos que presentó el presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez en el juicio por difamación y calumnia que inicio hace más de un mes en contra del periodista Marcos Ricardo Velázquez, son sus propios empleados en la Confederación que le deben lealtad y fidelidad, según los documentos que la propia defensa del querellante agregó al expediente como prueba documental.
El abogado defensor del hombre de prensa, Rodrigo Cuevas, evidenció y advirtió ante el juez que lleva la causa, Víctor Hugo Alfieri, que todos los testigos clave de Alejandro Domínguez son sus empleados en la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) por lo que carecen de objetividad e independencia ya que están en situación de dependencia directa, forman parte de su primer anillo, es decir, son personas de confianza del dirigente y por lo tanto el Tribunal debería considerar la nulidad de los testigos.
«Son personas que están pagados y ocupan un cargo en la CONMEBOL gracias a Domínguez a quien, en consecuencia, le deben lealtad y fidelidad. Es por eso que la defensa del señor Marcos Velázquez va plantear el pedido de nulidad de éstos testigos», manifestó Cuevas.
Añadió que el querellante -Alejandro Domínguez- ha ofrecido en este juicio como elemento de prueba la declaración testimonial de tres personas que ocupan los más altos cargos dentro de la Conmebol. Ellos con José Manuel Astigarraga, Monserrat Jiménez y Graciela Esther Garay.
José Manuel Astigarraga se desempeña nada menos que como Secretario General de Alejandro Domínguez con un salario varias veces millonario; Monserrat Jiménez, quien además es amiga personal de la esposa de Domínguez, ocupa el cargo de Secretaria General Adjunta y Directora Jurídica de la CONMEBOL con un salario de más de G. 25 millones; y Graciela Esther Garay funge de Directora de Ética y Cumplimiento, aunque resulte poco ético que salga de testigo de su propio jefe.
«Estas personas no son idóneas para ejercer como testigos en el presente juicio, habida cuenta que la objetividad e imparcialidad de los mismos en relación a los hechos juzgados no es posible teniendo en cuenta que los tres trabajan en directa relación de dependencia y ocupando cargos de confianza con respecto al querellante, según las pruebas documentales que fueron producidas por la misma defensa de Domínguez», afirmó el abogado Cuevas.
Añadió que entre las referidas pruebas documentales, el abogado de Domínguez, Claudio Lovera presentó el Código de Ética de la CONMEBOL (Prueba No.3) que habla de Grupos de interés: Se entiende por grupo de interés a los Miembros del Congreso, Consejo, Comisiones permanentes, Asociaciones Miembro, Autoridades, administración, representantes legales y administradores, proveedores de bienes y servicios y en general a todos aquellos con quienes de manera directa o indirectamente se establezca alguna relación contractual o de cooperación.
El mismo Código de Ética señala que -los sujetos a dicho Código- están comprometidos a la Lealtad: Cumplimiento a la fidelidad y el honor.
En su Capítulo II, Artículo 2, dice: El presente Código aplica a todos los funcionarios… Artículo 4, dice: La Comisión de Ética de la CONMEBOL está facultada para investigar y juzgar la conducta de las personas sujetas a este u otro Código vigente…
Cuevas se refirió igualmente a otros artículos e incluso a otros documentos presentados como prueba documental de la querella como los Estatutos Sociales Vigentes de la CONMEBOL.
En síntesis, los testigos presentados por Domínguez, que son sus empleados, no solo le deben lealtad y fidelidad sino que además, de no acatar lo que se les ordena pueden ser pasibles de sanciones y hasta de la misma destitución, según lo que establece el mencionado Código de Ética.
Resulta llamativo además que la propia Directora Jurídica de la CONMEBOL y amiga personal de la esposa de Domínguez, Moserrat Jiménez, que supuestamente sabe de leyes, se preste para una actuación jurídica que es pasible de nulidad.
Sería importante saber si, así como Alejandro Domínguez utiliza a los empleados de la CONMEBOL para un juicio particular, los costosos abogados que le defienden son pagados de su bolsillo o sale de las arcas de la Confederación, dinero que pertenece a las Federaciones y los clubes de fútbol.
Finalmente, Cuevas refirió que ninguno de los testigos que presentó la querella, pudo demostrar la veracidad y el origen de los presuntos mensajes de Twitter, objeto de la demanda en contra del periodista Marcos Velázquez.