AMBOS SE BURLAN DE LA JUSTICIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
En un abierto desafío a la FIFA, el presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, llevó como «invitado especial» a la Final de la Copa Libertadores, al ex convicto Juan Ángel Napout, sancionado de por vida por la matriz del fútbol mundial por hechos de corrupción. Además, tanto Domínguez como Napout, se burlan de la justicia de los Estados Unidos teniendo en cuenta que el ex dirigente paraguayo fue liberado, antes de cumplir su condena, por cuestiones de salud grave, algo que claramente no se ajusta a la verdad.
Rio de Janeiro (Brasil), el mítico estadio Maracaná abarrotado con más de 70.000 hinchas del Fluminense, local, y del Boca Juniors de la Argentina. En las afueras del estadio, miles de personas suplicando por una entrada para presenciar el partido de sus vidas, la Final de la Copa Libertadores de América, el sueño de todos los amantes del fútbol al que solo unos cuantos pueden llegar.
Pero hubo alguien que no necesitó formar cola para adquirir su entrada, ni se incomodó por encontrar un lugar dentro de la cancha ya que tuvo el privilegio de ser un «invitado especial» del presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez Wilson-Smith.
Se trata nada menos que del ex convicto Juan Ángel Napout, condenado a 9 años de cárcel en los Estados Unidos, por su participación en el escándalo de corrupción más grande en la historia del fútbol, conocido como FIFAGate y que tuvo entre sus principales víctimas justamente a la CONMEBOL.
Recordemos que Napout fue «liberado», que no es lo mismo que ser «absuelto», por la jueza Pamela Chen, faltando todavía 3 años para cumplir su condena, por una cuestión «humanitaria» ya que el paraguayo suplicó a la magistrada salir de prisión para hacerse un tratamiento médico alegando haber perdido toda la vista de un ojo y gran parte del otro.
Pero ni siquiera es la presencia del ex convicto en el Maracaná lo que llama la atención sino el hecho de que el propio presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, haya otorgado a Juan Ángel Napout el «pase gold» para acceder al palco de invitados especiales sabiendo perfectamente que Napout está sancionado por la misma FIFA de por vida para cualquier actividad relacionada al fútbol profesional.
La sanción de FIFA dice lo siguiente:
El Órgano de Decisión de la Comisión de Ética independiente ha declarado al Sr. Juan Ángel Napout, expresidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) y de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), así como exvicepresidente de la FIFA y exmiembro de varias comisiones de la federación internacional, culpable de cohecho por infringir el Código de Ética de la FIFA.
La investigación al Sr. Napout guarda relación con una serie de sobornos durante el periodo comprendido entre 2012 y 2015, vinculados a sus funciones en la concesión de derechos de televisión y marketing de torneos de la CONMEBOL.
En su decisión, el Órgano de Decisión consideró que el Sr. Napout violó el art. 27 (Cohecho) del Código de Ética de la FIFA, por lo que se le ha inhabilitado de por vida para participar en actividades relacionadas con el fútbol (administrativas, deportivas o de otra índole) tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Asimismo, se le ha impuesto una multa de 1 000 000 CHF.
Es decir, Juan Ángel Napout oficialmente está imposibilitado en participar de actividades relacionadas con el fútbol ya sea como administrador, como deportista, o como cualquier «otra índole» y se incluye aquí, ser «invitado especial» del presidente de la CONMEBOL.
En otras palabras, el presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, desafía abiertamente a la FIFA al llevar como «invitado especial» a una persona sancionada de por vida por el mismo órgano rector del fútbol mundial, incluso frente a las mismas narices del presidente de FIFA, Gianni Infantino, quien estuvo presente en la Final.
Este reto que hace el mandamás de la CONMEBOL hacia la FIFA no puede ser ignorado por Infantino ni por los demás dirigentes del fútbol internacional.
Tal vez el silencio cómplice de Juan Ángel Napout en el caso FIFAgate haya sido mérito suficiente para que Alejandro Domínguez le rinda honores al ex dirigente paraguayo.
El descaro y la total falta de respeto de Domínguez hacia dirigentes y deportistas honestos y sin manchas, al privilegiar a un condenado por corrupción, que perjudicó enormemente a la misma CONMEBOL, llevándolo con «honores» a un evento tan importante como la Final de la Copa Libertadores, muestran claramente la falta de ética y de moral del actual presidente de la Confederación.
De igual manera, la presencia del ex dirigente paraguayo en el palco de invitados especiales del Maracaná, representa una burla, tanto de Napout como del mismo Domínguez, a la justicia de los Estados Unidos que había liberado al condenado por una cuestión humanitaria ya que supuestamente estaba quedando ciego y tenía otras complicaciones de salud e incluso su propia madre imploró compasión por el mismo, sin embargo, se lo ve espléndidamente bien y sin problema alguno al que debía purgar su condena recién en el 2026.